Este Miércoles de Ceniza, con un templo con el aforo completo, la Parroquia de Cambre se adentró en la Cuaresma.
A las 7, niños y jóvenes tuvieron catequesis. Los más pequeños hicieron memoria de lo vivido el domingo anterior (Manos Unidas, Misionera, Religiosos Camilos y la UMI, las Pérdidas de la Vida…) y reflexionaron acerca de la Cuaresma y del mensaje tan precioso que el Papa nos ha dirigido a toda la Iglesia para que lo llevemos a la vida. Hablamos de siembra y sembramos, nos sembramos. Sembramos en semillero y, lo más importante, nos sembramos en el corazón para poder dar frutos de amor, de generosidad, de paz, de amistad, etc. Ahora, en familia y en comunidad, toca cuidar con cariño lo sembrado. Entendieron que tal vez ellos no recojan el fruto, pero saben que vivimos para el cielo y que todo el bien que hagamos en Dios no se pierde jamás.
Finalmente celebramos la Eucaristía en la que tuvo lugar la imposición de la ceniza bajo el rezo: “No te canses de hacer el bien”. Toda la asamblea cantó y oró a una en la celebración en la que, además, en comunión con toda la Iglesia, durante la Oración de los Fieles rezamos, guardando un minuto de silencio y con los ojos mirando al corazón, por la Paz en Ucrania y en el mundo entero.