Ondas de Arosa sigue cumpliendo años…

… Y ya van 42. Nadie cumplió tantos como publicación local, en la historia del periodismo vilagarciano.

Como pequeñas olas, producidas por la piedra lanzada al estanque sosegado, se ha venido proyectando la imagen e influencia de “Ondas de Arosa” por la superficie de la comunidad. La piedra, (la idea), era lanzada por el párroco a finales de 1979. Su proyecto tuvo una desigual acogida entre los colaboradores más próximos. D. Faustino, Mª Teresa, Mª Carmen, Elva, Luisa, Lolita… fueron los que más apoyaron la iniciativa obrando en consecuencia con su ayuda a lo largo de los años. Los renuentes al proyecto se apoyaban, principalmente, en la dificultad económica que el plan presentaba.

Ante este dilema optamos por consultar a una persona técnica que nos clarificase un poco el planteamiento que barajábamos. Por su capacidad de gestión, por su inclinación periodística por su vinculación a los medios de comunicación (era miembro del Consejo de Administración de “El Correo Gallego”) y, sobre todo, por la amistad que nos unía, hemos trasladado la idea a D. Ramón Taboada Soto, quien la apoyó totalmente asumiendo todos los pasos a dar a nivel administrativo (que ciertamente son trámites que tienen su intríngulis). Este laborioso trabajo se completaría con los apoyos de D. Jesús Precedo y D. Manuel Cea.

PUESTA EN MARCHA DE LA PUBLICACIÓN

Los primeros momentos fueron muy complicados, sobre todo, por falta de patrocinio económico, (se vendían los ejemplares a la puerta del templo, después de las misas del domingo, y no se cubría ni el 20 por 100 del importe total de la tirada).
Se empezó a publicar “Ondas de Arosa” en mayo de 1980 y en Junio ya no pudo salir, lo que indica que las perspectivas eran nefastas. Luego en Julio nos organizamos un poco mejor y la cosa no se presentaba tan negra, aunque se preveía igualmente difícil su continuidad.
En cualquier caso la revista solo con la venta en la puerta del templo no se podía sostener por lo que “el grupo de fundadores” pensó en las suscripciones como única forma de hacer viable el periódico al ser considerado como un medio pastoral necesario para la formación, información, comunicación y amplificación de la vida de los feligreses. Con las suscripciones, “Ondas” se consolidó progresivamente. Otro dato a destacar es que, aunque al principio escaseaban las colaboraciones, hubo trabajos muy buenos como la serie “Galería Arosana” de Cesar de Lombera, o los escritos de Ramón García Briones, Balbino Costa Candamo, Antón Rivas Briones, Manolo Suárez, Manolo Santos, Luis Villaverde, Laureano Castro, (sobre temas del Ferrocarril y sus gentes). Notas históricas procedentes del archivo de Fermín Bouza Brey… (Siguen mas nombres en esta nota adjunta), José Fernández Lago, Severino Cardeñoso, Manuel Reigada, Jesús Precedo, Germán Torres, Celeste, Iñigo Carrión, José Vaz, Francisco Domínguez…

Como dijimos y escribimos en mas de una ocasión, nos sirvió a todos de gran apoyo y estímulo la carta que, en su momento, remitió a la dirección del periódico el, entonces, Arzobispo de la Archidiócesis, D. Ángel Suquia Goicoechea, más tarde Cardenal de Madrid, valorando la iniciativa pastoral que se ponía en marcha, carta que fue publicada íntegramente en el número “1” después de haber leído el número “0” lo que supuso el OK para el ilusionante proyecto que nos trajo hasta aquí con vocación de seguir.

A modo de agradecimiento y como un honor grande para los que trabajamos, mes a mes, en esta parcela pastoral le remitimos ONDAS, todos los meses, ininterrumpida y puntualmente, a su dirección de Santiago y luego de Madrid a donde fue destinado para ocupar aquella diócesis en la que fue elevado a la dignidad de Cardenal, terminando su vida en su tierra, San Sebastián, donde falleció en 2007.
Esta fue su carta de apoyo a Ondas:

He leído con curiosidad, primero y, después, con admiración creciente el número cero de ONDAS DE AROSA. Enhorabuena, a todos, con mi bendición cordial. A los que lo habéis hecho con amor, y, a los que lo leéis con ilusión.

Esta publicación es, a mi entender, la mejor prueba de la vitalidad de una parroquia, dispuesta a abrir caminos. Con decisión. Con humildad. Con corazón. Con gallarda valentía. Con la esperanza cristiana, que tiene su raíz en la fe, y se lanza a velas desplegadas mar adentro de la caridad.

En ella hay lugar para todos: porque en la casa del Padre hay muchas moradas. Escriben los jóvenes. Los padres se muestran dispuestos a afrontar, en cristiano, los mil problemas del matrimonio y de la familia. Los más débiles son el objeto privilegiado de la acción pastoral de la Iglesia.

Y por supuesto, los Pastores, resucitados con Cristo, “preceden a los suyos” por las playas y, caminos de la Galilea Arosana.

LA CONSOLIDACIÓN EN 1984

Pasada la etapa de la venta en las Eucaristías del domingo, la de la “publicidad” comercial en un segundo paso, llegamos a la estabilidad de la publicación en 1984 con la modalidad de las suscripciones. Desde este momento cada año fueron en aumento los abonados hasta hace tres o cuatro años que se acusa las “bajas” por fallecimiento, aunque también hay “altas” pero menos.

Lo que nadie duda es que la revista está cumpliendo una finalidad pastoral muy importante en el plan pastoral de la Parroquia, en tiempos en que ha descendido la práctica de la misa dominical,

Una tribuna como la que ofrecen los medios de comunicación puede ayudar, (de hecho así lo creemos), a la evangelización, dando inmediatez, concreción y contemporaneidad al mensaje evangélico, cultural y social.