La parroquia de San Juan de la ciudad del Apóstol ha tenido varias sedes: primero estuvo en una de las capillas de la girola de la Catedral, luego pasó a San Martín Pinario y finalmente se estableció en el barrio de Vista Alegre, donde hace justo 25 años se construyó una moderna iglesia. El templo moderno que hoy todos los vecinos conocen fue construido en poco más de un año y bendecido el 30 de abril de 1995 por el arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio Barrio, el mismo que, en cuanto la pandemia del coronavirus dé tregua, presidirá las celebraciones de sus bodas de plata.
El actual párroco, Víctor Sánchez Lado, destaca la buena sintonía que se desprende de la parroquia. “Hay un grupo bastante numeroso que frecuenta la iglesia y estamos intentando tenerla abierta más horas para que pueda ser visitada; y esperamos conseguirlo poco a poco”, explica, antes de apuntar que “el ambiente es muy cordial, pero no se queda solo en palabras sino que se nota a la hora de las colectas que se hacen con distintos motivos en la parroquia. Hay que decir que son generosos al dar”.
Indica que San Juan “está marcado por la actuación pastoral de anteriores párrocos, entregados a la labor de almas y que atendieron con dedicación a los fieles, manteniendo la fe”. En este sentido, apunta que “en el presente se necesita ir a más. No contentarnos con lo que tenemos, pues hay muchos a los que llegar y que, aun sin saberlo, nos esperan”.
Al respecto, sostiene que “el futuro está en manos de Dios, pero también en el compromiso de los laicos, pues todos han de ser en sus ambientes sal y luz, o dicho de otra forma, misioneros. No hace falta que se les mande, pues por el hecho maravilloso del bautismo hacen presente al Señor en sus ambientes”.
Sobre el templo, detalla que tiene salones para actividades, confesionarios modernos bien aislados del ruido, un despacho para el párroco muy acogedor para recibir a los feligreses y guardar los libros parroquiales… “En esta iglesia se oye bien, se está cómodo y se reza bien. Las imágenes ayudan a la oración, de un modo especial el expresivo Calvario que está para contemplar los gestos del Señor y San Juan y María”, comenta Sánchez Lado.
“En la capilla del Santísimo sacramento hay un sagrario teológico que merece ser estudiado por su simbología y tenemos también una adoración de los Reyes, muy típica en otros espacios de Santiago, que es una ciudad de peregrinos; y los Reyes fueron los primeros peregrinos a Cristo”, añade el cura.
A pesar de que cuenta con una iglesia moderna, San Juan de Vista Alegre es una parroquia “con tradiciones, como la fiesta de San Juan, Nuestra Señora de Belén y San Caralampio, que se celebran con mucho entusiasmo y sabor gallego. Desde luego, las bombas que no falten, porque no hay fiesta”, relata el sacerdote, también párroco de San Caetano, a la vez que explica que se presentará una programación especial para celebrar el veinticinco aniversario del templo en cuanto las autoridades sanitarias lo permitan. También se llevarán a cabo algunas actuaciones de mantenimiento. “Queremos arreglar un poco la iglesia, lavarle la cara y quitar las manchas de la piedra y luego tapar algunas goteras que han aparecido después de estos 25 años. Con el paso del tiempo, en los edificios hay que hacer pequeños y a veces grandes arreglos”, señala, para luego añadir que en el plano cultural “estamos programando, entre otras cosas, una misa de acción de Gracias que presidirá el arzobispo; y también unas conferencias sobre San Juan y una pequeña exposición de estos 25 años, puesto que tenemos fotos y recuerdos que nos ayudarán a agradecer lo que se ha hecho durante este último cuarto de siglo desde Vista Alegre”.
Fuente: El Correo Gallego