En esta quincena de adviento son muchos mensajes los que envía el Papa para vivir con alegría. Y la alegría de la que habla el Papa es aquella que parte de reconocer que por pequeño que se sea, tal como hizo María al aceptar ser madre de Dios, es posible prestar un servicio importante, porque no se funda en uno mismo sino que es el Señor quien nos cuida y nos lleva permitiendo dice el Papa “cambiar del “Libro de las lamentaciones” al “Libro del Cantar de los Cantares”. Esto es importante, lo dice también un salmo: «Tú convertiste mi lamento en júbilo» (Sal 30,12). ¡Compartamos la alegría de ser apóstoles y discípulos del Señor!Una alegría debe ser compartida. De lo contrario, el lugar que debe tomar la alegría es ocupado por el vinagre.”
Y aunque el Papa se lo ha dicho a los presbíteros, también cada uno de nosotros, en este tiempo de recibir al Señor en nuestras casas, a través de los belenes y las fiestas navideñas que se acercan, podemos salir y acercarnos a los vecinos porque “La escucha, la cercanía a las personas, es también una invitación a encontrar, en el contexto de hoy, las vías pastorales más eficaces para la evangelización. No tengan miedo de cambiar, de revisar los viejos esquemas, de renovar el lenguaje de la fe, aprendiendo al mismo tiempo que la misión no es cuestión de estrategias humanas, es principalmente cuestión de fe. Cuidar de los demás: del que espera la Palabra de Jesús, del que se alejó de Él, de aquellos que necesitan orientación y consuelo para sus sufrimientos. Cuidar de todos, en la formación y sobre todo en el encuentro. Salir al encuentro de las personas, allí donde viven y trabajan, esto es importante.Además, una cosa que para mí es muy importante: por favor, perdonen siempre y perdonen todo. Perdonen todo y siempre.”
En definitiva la alegría está en el servicio, a los que la vida pone cerca de cada uno de nosotros. Esto es se nos permite cuidar a los demás a través del encuentro diario y hacer que ellos también pasen del libro de las lamentaciones al Cantar de de los Cantares.
María Puy