- Por su interés y actualidad, reproducimos este testimonio publicado en el Boletín Número 16 de la Fundación Acogida Cristiana en los Caminos de Santiago (Dic 2021).
En el encuentro con motivo de la celebración de los 20 años de Webcompostela en Lourdes, Brigitte Alésinas presentó con gran entusiasmo el testimonio de su conversión en el Camino de Santiago. La narración de su camino, que está lejos de haber terminado para ella, fue uno de los momentos más emotivos de estas jornadas.
«Yo creía que no había en la tierra una atea más grande que yo» dijo Brigitte Alésinas. Sin embargo, en 2003 en Finisterre, «el Cielo» le cayó «encima de la cabeza». «Allí, en el último paso, sentí algo que me envolvió, con una calidez y una luz… Por primera vez en mi vida, me sentí amada. Estoy segura de que en ese momento encontré al Señor. No podéis imaginar lo feliz que fui».
¿Quién me llama en al camino?
Antes de que se le pasara por la cabeza la idea de hacer el Camino Brigitte tenía el deseo de ir a Murcia, la tierra de sus antepasados en el sur de España. Al buscar información sobre alojamientos encontró un folleto sobre el Camino de Santiago. «Fue una providencia» para Brigitte, la joven que el 23 de julio de 2003 comenzó en San Jean Pied de Port un camino para el que no tenía ninguna preparación. ¿Quién me llamó al camino? Se pregunta Brigitte, lo sabría más tarde, pero en ese momento era aún un misterio para ella. Foto Brigitte Alésinas contando su conversión ante los hospitaleros.
Brigitte, con lo cobarde que es, prefiere caminar sola hacia Compostela. Saborea la naturaleza, la hospitalidad, los encuentros. Mientras caminaba, dejaba a lo humano encontrar su sitio. El silencio le mostró otra vía posible a su destino. « El silencio es un regalo para el que sabe escucharlo » nos dice.
He encontrado al Señor
Paso a paso Brigitte siente que empieza a caminar de manera distinta, con dos sacos : la mochila y el saco del corazón, que era un poco más pesado de llevar . Las lágrimas fluyen.
Al cabo de cuatro semanas, siente una alegría jamás sentida. Pero al llegar a Santiago de Compostela, un peregrino le dice : « deberías continuar, él te espera » Pero en ese momento Brigitte no supo lo que significaba ese consejo. Al día siguiente retomó la marcha y llegó finalmente a Finisterre a pie. Y en Finisterre tuvo la revelación. ¡Entonces comprendió quién la llamaba durante el camino! Y quién era El que la esperaba… A la vuelta dijo a sus dos hijos : «He encontrado al Señor, yo que no era creyente».
Peregrina para toda la vida
Durante ocho años, Brigitte no contó a nadie de su alrededor lo que le pasó en el camino. Tenía miedo a no saber explicarlo y a sentirse incomprendida. Al fin, en 2011, gracias al acompañamiento espiritual con un sacerdote, encontró las palabras para decir lo que vivió y entonces se abrió a los de su entorno. Poco a poco Brigitte comienza una nueva vida de convertida.
« Salí de casa como senderista y llegué peregrina. Y desde entonces lo sigo siendo, porque uno es peregrino para toda la vida »
Esta conversión transformó interiormente Brigitte «Me di cuenta que alguien conducía mi vida, que podía confiar en el Señor ». Se volvió hospitalera, y comenzó a expresar su interioridad mediante el arte, aprecia la belleza de la vida. Desde su conversión ha descubierto que «para amar al otro, hay que amarse a sí mismo»