Parroquia de guardia: Cangas

En la península del Morrazo brilla con luz propia la parroquia de Santiago de Cangas. No sólo por su espectacular ExColegiata, cargada de historia; o por el acento “cantarín” de sus nobles gentes; o por el decreto de 1895 en el que se aclara, desde el punto de vista eclesiástico, que los habitantes de las islas Cíes son feligreses de esta parroquia que, hoy, está “de guardia”.

Su Eucaristía, oración, actividad, sacrificios y desvelos por los demás, constituirán la “materia de comunión” con la que encomendarán a todos los diocesanos. Durante la “cuarentena” no han dejado de rezar por los enfermos, el personal sanitario y por quienes colaboran desde los otros servicios que prestan a la sociedad. Incluso, han reforzado la ayuda a los más necesitados de la parroquia. Su respaldo es nuestra esperanza.

Breve “radiografía” del corazón parroquial que sigue latiendo:

– A las 8:00h el párroco abre la Iglesia, y vela en oración hasta la celebración de la Eucaristía (8:30h), sin convocatoria de fieles.

– La Iglesia permanece abierta hasta las 12h como signo de esperanza, con la presencia del párroco. Dada que algún feligrés ha pedido recibir el sacramento de la reconciliación, se ha habilitado una capilla lateral a tal efecto, cuyas amplias dimensiones permite guardar las distancias necesarias y el resto de medidas de la prevención sanitaria.

– 12:00h la campana suena para recordar la hora del Ángelus, pudiendo así rezar unidos esta oración mariana. Al terminar se reza la oración compuesta por el Papa Francisco.

– Devociones: las imágenes de San Roque, San Sebastián o la Virgen del Perpetuo Socorro, de arraigada devoción en Cangas, se mantienen alumbradas por cirios durante estos días, como signo de paz y protección, dada su intercesión ante Dios por el fin de la pandemia.

– 20:00h se ha informado del Rosario impulsado por el Arzobispo y los feligreses se unen en la oración.

– Los grupos más activos de la parroquia (Cáritas, Cofradías, Administración, Catequesis, Conferencias de San Vicente de Paúl, etc.) colaboran en la comunicación con los feligreses y en la atención de los más necesitados. Se intercambian las distintas iniciativas de Iglesia para mantener viva la fe y la esperanza en estos tiempos. Se mantiene el contacto con los enfermos, ancianos y algunos ex alcohólicos para alentar su día a día.

– La labor de Cáritas se mantiene. El reparto de atención primaria sigue “de guardia”, habiéndose reorganizado: los voluntarios mayores han suspendido, por seguridad, la atención directa al público y se han sumado otras personas a esta labor. Se asiste a unas 50 familias. Destaca la colaboración con el ayuntamiento: éste colabora con el transporte al domicilio de los usuarios con movilidad reducida y la parroquia refuerza la labor del comedor municipal.