Casi 60.000 kilos de ropa para Cáritas

El principal problema que han encontrado hasta el momento los responsables de Arroupa, el programa de recogida de prendas de vestir puesto en marcha a mediados del año pasado por Cáritas, ha sido la buena intención de la gente. Demasiada. O casi. Cuando acuden a sus tiendas -tres en toda Galicia (A Coruña, Santiago y Pontevedra), por el momento- los clientes insisten en hacer un donativo o en pagar por lo que se llevan más del precio marcado. «Pero no podemos aceptarlo, es una tienda», explica Isabel Fraga, gerente del proyecto. Aunque los precios que cuelguen de las etiquetas oscilen siempre entre los cincuenta céntimos y los 199 euros.

Este último es el importe de, por ejemplo, los abrigos de piel que se han donado y revendido a continuación en los establecimientos de la entidad. No son muchos, es cierto, pero todavía se puede ver alguno colgado en una de las perchas del de Pontevedra. También una corbata de Paul & Shark a 1,49 euros. Lo mismo que hay que pagar por una camiseta de algodón lisa de cuello de pico a estrenar y marca casi desconocida. Todo está en perfecto estado. Porque ese es el único estado que se admite.

Cualquier prenda que se encuentre deteriorada o sucia se aparta inmediatamente para «exportación». Es el término que emplean para referirse al envío de material a la empresa de inserción que Cáritas tiene en Barcelona dedicada a la venta al por mayor para reciclaje. La cuestión es que la ropa dé trabajo a personas en situación de riesgo de exclusión social durante todo su ciclo de vida, acabe este en el interior del asiento de un coche como relleno o cubriendo el cuerpo de alguno de los millares de usuarios de la oenegé.

Y así, euro a euro, los doce contenedores instalados en el municipio de Pontevedra a lo largo del año pasado han llenado el almacén de Arroupa con 70.909 kilos de textil en doce meses, la cifra más alta de toda Galicia.

Noventa, y más

Aunque también es cierto que es precisamente la ciudad del Lérez la que mayor número de recipientes tiene. Le siguen A Coruña con nueve (de los que cuatro acaban de ser colocados el pasado diciembre) y Santiago, con cinco. Para compensar, es la ciudad herculina la que más prendas recoge a través de su ropero (58.570 kilos), y compostela, que alberga la nave central, la segunda (30.285 kilos). De los noventa contenedores que hay en total, 54 están ubicados en estos momentos en la provincia de Pontevedra y el resto en la de A Coruña, aunque la idea es ir extendiendo este programa paulatinamente por el norte de la comunidad. Y eso que los planes más inmediatos pasan por que la nueva tienda refuerce el servicio en el norte de la provincia pontevedresa.

La inmensa mayoría de la mercancía procede de los contenedores que Arroupa fue instalando a lo largo del año pasado por casi todos los concellos de su área de influencia. Por el momento, estos recipientes se limitan a la de la Diócesis de Santiago de Compostela, pero las de Ferrol, Ourense y Mondoñedo estudian poner en marcha un proyecto similar en el resto de provincias y zonas de Galicia.

La zona de Pontevedra ha sido la pionera y, además, el mejor ejemplo del éxito de una iniciativa que, aunque desde Cáritas preveían que podía funcionar, no imaginaban que tendría una aceptación que les obligaría a reforzar el número de contenedores en puntos concretos. Eso fue lo que ocurrió, por ejemplo, en la parroquia pontevedresa de Campolongo, cuyo atrio no daba abasto para tanta ropa como se dejaba en el único recipiente que había, lo que obligó a poner otro.

Más de once mil prendas vendidas en un máximo de seis meses en las tres tiendas

La de A Coruña fue la primera tienda de Arroupa en abrir sus puertas. Lo hizo en julio, y dos meses después, a mediados de septiembre, lo hacía la de Pontevedra. Compostela tuvo que esperar uno más, hasta octubre, para poder contar con su propia tienda de Cáritas, a pesar de albergar la sede de la Diócesis de Santiago, cuyo radio de acción se extiende hasta Vigo por el sur y Ferrol por el este.

La antigüedad ha jugado un papel fundamental, y previsible, en las cifras de ventas de los establecimientos comerciales textiles de la oenegé. Entre las tres han repartido un total de 11.626 prendas a un precio medio de 4,69 euros más IVA. El ubicado en la calle Fernando Macías se ha encargado de distribuir él solo más de la mitad: las 6.033 piezas que ha vendido han salido a un precio medio de 4,09 euros más IVA.

El segundo establecimiento, tanto en tiempo de vida como en volumen de ventas, fue el pontevedrés, con 3.069 prendas con un importe medio de 5,05 euros más IVA. El compostelano, por último, dispensó 2.681 piezas a un coste de 5,65 euros más IVA.

Vales y prejuicios

La mayor parte de la mercancía que llega a las tiendas Arroupa, y por tanto también de la que sale, es ropa de mujer, aunque también hay de hombre y de niño. Para estos últimos cuesta siempre mucho más encontrar prendas para pequeños de entre cuatro y diez años de edad, porque «suelen acabar destrozadas», explica Isabel Fraga. También calzado.

Lo único que nunca falta son clientes. Algunos llegan con un vale que les han dado en Cáritas para que elijan su ropero. Otros, no: «Cada vez entra más gente joven y hombres -añade la gerente-, se están eliminando los prejuicios hacia la ropa de segunda mano».

Fuente: La Voz de Galicia |Carmen García de Burgos
Imagen: CAPOTILLO