II Viernes de Adviento

Monición

Me ha ayudado mucho la explicación del papa Francisco acerca de la justicia y la misericordia. Entre nosotros a veces las vemos incompatibles, porque si somos misericordiosos, parece que faltamos a la justicia, y si aplicamos la ley, quizá sentimos que nos falta misericordia.

Los salmos y los textos sagrados nos revelan que Dios es justo y misericordioso, que si su ira dura un instante, su bondad, de por vida. Y que Él puede hace compatible la justicia y la misericordia.

Me ha ayudado a comprender que justicia significa confianza y que el hombre justo confía y se parece al árbol plantado junto a la corriente, que no teme la sequía porque lo riega la corriente que mana del santuario

Texto bíblico

“Será como un árbol plantado al borde de la acequia:/ da fruto en su sazón y no se marchitan sus hojas;/ y cuanto emprende tiene buen fin.

Texto místico

“La blanca palomica/ Al arca con el ramo se ha tornado,/ Y ya la tortolica/ Al socio deseado/ En las riberas verdes ha hallado” (Cántico Espiritual, 34).

Texto pontificio

“El agua potable y limpia representa una cuestión de primera importancia, porque es indispensable para la vida humana y para sustentar los ecosistemas terrestres y acuáticos. Las fuentes de agua dulce abastecen a sectores sanitarios, agropecuarios e industriales. La provisión de agua permaneció relativamente constante durante mucho tiempo, pero ahora en muchos lugares la demanda supera a la oferta sostenible, con graves consecuencias a corto y largo término” (Francisco, LS 28).

El Sauce

“El primer día tomaréis los frutos más hermosos de los árboles, ramos de palmera, ramas de árboles frondosos y de sauces de las riberas; y os regocijaréis en la presencia del Señor, vuestro Dios, por espacio de siete días” (Lev 23, 40).

¿Te sientes en desierto, seco, o junto a  la corriente confiado?

Ángel Moreno Buenafuente