Este sábado, 7 de junio, Ribeira fue el escenario de la celebración del Jubileo del Apostolado, un encuentro diocesano enmarcado dentro del Día de la Acción Católica y del Apostolado Seglar. Bajo el lema “Testigos de esperanza en el mundo”, la jornada congregó a numerosos fieles y representantes de distintas realidades eclesiales, en un ambiente participativo y profundamente comunitario.
El día comenzó con un momento de oración preparado por la Acción Católica General de Santiago de Compostela, como forma de sintonizar espiritualmente con el sentido del encuentro. A continuación, Paco Durán impartió una charla centrada en el itinerario “Presencia en la vida pública”, una de las líneas pastorales surgidas del Congreso de Laicos 2020. En su intervención, Durán insistió en la importancia de una Iglesia en salida, misionera, que sepa dar testimonio a través del anuncio y también de la denuncia, con una presencia significativa en los ámbitos familiares, sociales y políticos.
Durante la mañana, los asistentes trabajaron en grupos para reflexionar sobre cómo construir comunidades cristianas abiertas y samaritana, capaces de generar vínculos en la sociedad. Se debatió también sobre la necesidad de caminar hacia unidades pastorales que fomenten la corresponsabilidad entre sacerdotes, laicos y personas consagradas, y cómo esto influye directamente en la misión evangelizadora. Se insistió en la importancia de ser testigos de fe en los entornos cotidianos: en el trabajo, en la familia, entre los amigos. Todo ello desde una actitud activa y atenta a las realidades que nos rodean, siguiendo la metodología del “ver, juzgar y actuar”.
Tras un almuerzo compartido en un ambiente distendido y fraterno, se celebró una mesa de experiencias, moderada por el seminarista Francisco, que desempeña su experiencia pastoral en UPA de Ribeira, y en la que participaron seis personas de la comarca del Barbanza. Manuel Angel Reiriz, presidente de una asociación de mariscadores y voluntario con personas con discapacidad intelectual, compartió su vivencia de fe. Sandra Lijó, enfermera y colaboradora de la pastoral penitenciaria, habló sobre cómo su fe influye en el cuidado de los pacientes. Manolo Reiriz, empresario jubilado y exconcejal, relató su implicación en la mejora de su parroquia desde diferentes ámbitos sociales, políticos y eclesiales.
También intervinieron Sara Franco Patiño, educadora social de Cáritas, que destacó la importancia del acompañamiento como medio para construir comunidad; Ángeles Cores, actual presidenta de Cruz Roja en Ribeira y exmiembro activo de Acción Católica, que subrayó la necesidad de conectar con las nuevas generaciones; y Mallerly Saucea, una mujer migrante de Colombia que, tras llegar sin recursos, encontró acogida y apoyo en Cáritas parroquial. Todos ellos mostraron cómo la fe se traduce en compromiso concreto y transformador.
La jornada concluyó con un gesto jubilar simbólico: los participantes depositaron sus compromisos personales en una barca, como signo de su deseo de transformación personal y social. El recorrido hacia el templo estuvo marcado por un camino con piedras y flores: las piedras simbolizaban el sufrimiento, las dificultades y los fracasos; las flores, en cambio, representaban la presencia —a veces tenue, pero real— de Dios en medio de la vida cotidiana.
Finalmente, se celebró la Vigilia de Pentecostés, presidida por el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Prieto. La Eucaristía fue animada por el coro parroquial y culminó con una colecta solidaria destinada al proyecto Vagalume de Cáritas, que atiende en la diócesis a personas víctimas de trata laboral y sexual.
En su homilía, el arzobispo destacó el valor de la comunión y la unidad, utilizando la imagen de la barca para invitar a superar el individualismo: “No construyamos nuestras propias lanchas, que no llegan a puerto. Subamos juntos a la barca de Cristo, que es la barca común de la Iglesia”. También agradeció el esfuerzo de la unidad pastoral de Ribeira y de la Delegación de Apostolado Seglar por su implicación en la organización de este evento tan significativo para la Iglesia diocesana.