Lee Strobel trabajó como reportero de investigación en el Chicago Tribune. Sus estudios de periodismo en la Universidad de Missouri y de Derecho en Yale le blindaron como ateo y cientificista. Escribía artículos que abrían portadas, impactantes y de riguroso trabajo. Era de esa clase de personas que no renuncia a dejar en ridículo a cualquiera. Desde su punto de vista, los creyentes equivalían a unos enclenques intelectuales.
Cuentan que un suceso hizo reaccionar a Leslie, la esposa de Lee: su hija casi muere atragantada. Se salvó gracias a la intervención de una enfermera que se encontraba en el mismo restaurante que la familia. A partir de entonces, Leslie se replantea la fe. Esto acarrea un gran conflicto en el hogar. Strobel decide “investigar” periodísticamente a ese Jesucristo, al que consideraba rival del corazón de su amada cónyuge.
En 1980 Lee Strobel aplicó toda la tenacidad de su saber a consultar fuentes, entrevistar expertos, contrastar datos, etc. En definitiva, se dedicó a comprobar la autenticidad de los hechos en que se basa la fe cristiana. Tras un laborioso año y medio, las evidencias superaron a las barreras. Su libro “El caso de Cristo” ha vendido más de 14 millones de ejemplares y él mismo ha dirigido dos importantes comunidades evangélicas en Estados Unidos.
Interpreta su conversión como una noticia de esperanza y luz para los ciegos espirituales.
Manuel Ángel Blanco
(Cope, 26 de octubre 2018)