Debido a la situación sanitaria derivada del coronavirus, el año pasado solo se celebró una misa, que incluyó la bendición de los panes que llevaron los feligreses, pero en esta ocasión, la fiesta de San Blas recuperó el esquema tradicional en la localidad pobrense de San Isidoro de Posmarcos. El párroco, Marcelino Sánchez, ofició la misa, que fue cantada por Conchita Bretal.
En el transcurso de los oficios, el sacerdote bendijo el medio millar de bollos que la parroquia adquirió para la ocasión en la panificadora pobrense La Unión, panes de azúcar elaborados con huevos caseros que, como en años anteriores, fueron muy demandados. De hecho, algunos de los presentes aprovecharon para llevárselos como obsequio a amigos y familiares, hasta agotar las existencias.
Fue una sola persona la que se encargó de la distribución de los bollos, tratando así de extremar las medidas de seguridad. También debido a la pandemia, se suprimió una de las partes fundamentales de la celebración de San Blas, la unción de las gargantas con aceite.
Marcelino Sánchez destacó el éxito de la convocatoria, reconociendo que San Blas, patrón de los otorrinolaringólogos y abogado de las enfermedades de garganta, es un santo que despierta una gran devoción en la parroquia de San Isidoro de Posmarcos.
Fuente: La Voz de Galicia