XIV Domingo del Tiempo Ordinario “A”: Resonancias pascuales

Texto profético

Alégrate, hija de Sión; canta, hija de Jerusalén; mira a tu rey que viene a ti justo y victorioso, modesto y cabalgando en un asno, en un pollino de borrica”  (Zac 9,9).

Texto sálmico

“Que te bendigan tus fieles, que proclamen la gloria de tu reino” (Sal 144).

Texto evangélico

“Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados y yo os aliviaré” (Mt 11,28).

Texto apostólico

“El que resucitó de entre los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por el mismo Espíritu que habita en vosotros” (Rom 8,11).

Texto patrístico

“… desde el momento en que fuimos arrancados de las olas, hemos comenzado a ver el sol, hemos comenzado a contemplar la luz verdadera, y, por esto, llenos de alegría desbordante, le decimos a nuestra alma: Espera en Dios, que volverás a alabarlo: «Salud de mi rostro, Dios mío»» (San Jerónimo).

Texto místico

El reino de Dios es paz y alegría en el Espíritu Santo. Cristo vendrá a ti y te dará a probar su consuelo, si le preparas una digna morada en tu interior” (Imitación de Cristo).

Texto pontificio

“Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría” Francisco, EG 1)

Consideración

Cada domingo los cristianos celebramos la Pascua del Señor; su muerte y resurrección se convierten en el referente esencial para poder permanecer alegres y esperanzados en toda circunstancia. Hoy podemos renovar por la fe los efectos de la resurrección de Cristo, quien nos invita a esperar y a descansar en Él.

Ángel Moreno Buenafuente